Vengo de la Sala
Lugones y de cenar en una mesa de amigos y amigas.
Estuve en el estreno de Escribir en el Aire, la segunda película que Paula de Luque estrena en este fin de año.
Estuve en el estreno de Escribir en el Aire, la segunda película que Paula de Luque estrena en este fin de año.
He visto una
película deslumbrante, apabullante por lo bella, estoy tentado de
escribir genial.
Es un homenaje,
rendición de cuentas, abrazo y puesta en valor de un gran creador
argentino, el bailarín y coreógrafo de larga trayectoria en la
Argentina y de fama mundial, Oscar Araiz, un notable artista que se
merecía un homenaje de esta talla estética y creativa.
Paula de Luque se
inició, de pequeña, en el mundo de la danza en la escuela del
Teatro Colón. Fue bailarina. En realidad, fue una gran bailarina de
ese género que descolló en la segunda mitad del siglo XX, que es la
Danza Contemporánea. Integró diversos grupos, entre ellos
Nucleodanza, en los 80 y el Grupo de Danza Contemporánea del Teatro
San Martín que dirigía, en los 90, Oscar Araiz. Esa fue su forja
estética que volcó, posteriormente, a la realización
cinematográfica.
Escribir en el
Aire es una película que, a la vez que intenta introducirse en
el sentido que para Oscar Araiz tiene esa evanescente y efímera
belleza del movimiento y el espacio, en el mundo interior que esas
formas expresan y materializan, logra situar la mirada del espectador
en el centro mismo de la danza, en el escenario junto con el conjunto
coreográfico, desplazándose en un primer plano con la primera
bailarina, acompañarla en su interrelación con el resto de los
bailarines y, de pronto, tomar la distancia que el creador, Oscar
Araiz, necesita para ver el resultado de sus propuestas. Escribir
en el Aire es una película sobre un coreógrafo y su obra visto
y expresado por una de sus bailarinas, por otra creadora que conoce
los códigos secretos y logra transmitirlos con un uso
extraordinariamente libre de su instrumento, la cámara.
Wim Winders filmó
hace unos diez años una notable película sobre la gran creadora de
Wuppertal, Pina Bausch, la heredera coreográfica del expresionismo
alemán. Escribir en el Aire es un filme que encuentra puntos
de contacto con esa obra de Winders, en la medida en que se interna
en el mundo de movimientos, emociones, convicciones y sueños que la
danza convoca. Y también logra su propio herramienta expresiva
incorporando al espectador no solo a los sueños dentro de otros
sueños que menciona Oscar Araiz, sino a la energía del o de los
intérpretes que dan vida a esos sueños.
Quedé
estupefacto.
Paula de Luque ha
logrado, una vez más, una película de una belleza que acongoja, que
arrebata. Con la música maravillosa de la Consagración de la
Primavera, con El Cisne del Carnaval de los Animales de Saint Saëns
y la fascinante interpretación de los bailarines y bailarinas de
Oscar Araiz, Escribir en el Aire es un homenaje deslumbrante a
un gran creador argentino y al movimiento del que forma parte, junto
con sus maestras Renatte Schottelius y Ana Itelman y su contemporánea
Ana María Stekelman.
Paula de Luque ha
logrado llevar al cine esa pugna entre el tiempo y el espacio que es
la danza y que ha sido el desafío que ha signado la vida de Oscar
Araiz
Buenos Aires, 14
de diciembre de 2019
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