Ayer estuve en el
programa de Cúneo. Pese a que no pude hablar, fue toda una
experiencia.
El programa y el
propio Cúneo tienen un carácter bastante abigarrado. En primer
lugar, Cúneo habla permanentemente y sin parar. Los invitados son
casi una ilustración a su propio discurso, que se puede definir como
opositor, nacionalista, antibritánico y provocativo al presidente de
la República y a Clarín. Hay una especie de mesa de panelistas, son
como siete personas, que actúan como ratificadores de las opiniones
de Cúneo, ofreciendo, a pedido de éste, algún comentario irónico,
gracioso o ingenioso que consolida el punto de vista de Cúneo. A
esta mesa se le agrega una muchacha, fuertemente maquillada, que hace
comentarios no se sabe bien a propósito de qué.
El estudio está
lleno de gente, dispuesta también de manera bastante curiosa. Ayer
se sumaron a los siete panelistas, unos siete u ocho invitados, entre
los que estábamos Daniela y yo, de los cuales hablaron sólo tres o
cuatro, una senadora nacional, un diputado nacional y una delegación
de unos veinticinco policías en protesta. Si a eso se le suma una
actriz cómica que tiene una intervención de unos cinco miniutos en
el medio del programa y no nos olvidamos del permanente stand up de
Cúneo, el resultado es la hegemonía completa del discurso del
conductor del programa.
A este nutrido
elenco de rarezas circenses me olvidé de agregar la presencia de una
delegación de norcoreanos campeones de Tae Kwon Do, con un
“intérprete” que hablaba un castellano inexpugnable. Eran como
ocho tipos, también y entre ellos un negro que nunca supimos de que
parte de Corea era.
Este Cúneo, como
se sabe es un ex agente de inteligencia del ejército, vinculado a
los carapintadas. De origen radical, fue el encargado de tomar la
sede de la UCR durante el levantamiento carapintada durante el
alfonsinismo. Después transitó por distintas formaciones políticas:
fue candidato de de Narvaez, anduvo cerca del massismo, recaló en el
PRO y terminó como el actual agitador periodístico que se
entrevista con Lula, visita la Venezuela de Maduro, es un declarado
antimacrista, defiende al kirchnerismo y, sobre todo, un malvinero
que plantea la necesidad de tener Fuerzas Armada.
Sobrevuela en todo
esto el espíritu Crónica y Placas Rojas que caracteriza al Canal
creado por Hector Ricardo García. Tienen una gran precisión y
velocidad en poner zócalos a lo que dice el conductor y los
invitados, siempre con un estilo entre provocativo, cómico e
impactante. Ayer, mientras hablaba uno de los policías en conflicto,
un tipo joven, muy buen mozo, pusieron en el zócalo: Alto policía.
Bueno, este fue el
programa al que he vuelto a ser invitado para el día de hoy y
veremos si el conductor me permite interrumpir brevemente su
continuum discursivo.
Buenos Aires, 28
de marzo de 2018.
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