El
otro día entrevisté a ese querido amigo y maravilloso bailarín que
es Carlos Copello. Me contó, entre las muchas cosas que me contó
-porque Copello como ya lo he dicho en otro lugar es, además, un
gran contador de historias- la importancia que en su vida había
tenido la melodía Nunca en Domingo. La recordé de inmediato y le
comenté que era una melodía griega, de una película que
transcurría en Grecia.
Hoy,
Carlos me acaba de enviar un link a youtube con esa pegadiza y
nostálgica melodía. https://youtu.be/lhwBvJmtZVY
Al
mirar en el texto que acompaña la canción apareció el nombre de
Melina Mercouri, protagonista de la película de Jules Dassin. Y eso
me trajo otro recuerdo que tenía completamente olvidado. Aquí está
lo que le conté a Carlos
Copello.
Cuando
viajamos a Grecia a filmar "Mirta, de Liniers a Estambul",
en la aduana de Atenas no nos dejaban entrar los equipos. Era un
viernes feriado en Grecia, nos proponían que esperásemos hasta el
lunes y nuestro plan era filmar el sábado y el domingo e irnos el
lunes.
En
ese momento recordé que el gobierno de Andreas Papandreu había
nombrado como ministra de Cultura a Melina Mercouri, a quien la
dictadura de los coroneles le había quitado la ciudadanía, que
había recuperado con la vuelta de la democracia.
Entonces,
perdido por perdido, le digo al joven funcionario de la embajada
argentina que había venido a recogernos al aeropuerto que había que
llamar a Melina Mercouri. Que ella, que era una actriz, entendería
nuestra situación y la imposibilidad de esperar hasta el lunes para
resolver la situación de nuestros equipos.
A
los cinco minutos, nuestro amigo de la embajada estaba hablando con
un funcionario, quien me puso al habla con Melina Mercouri, le conté
qué hacíamos, que éramos cineastas de la democracia argentina que
estábamos haciendo una película sobre el exilio y que no teníamos
ni tiempo ni dinero para esperar hasta el lunes la resolución de una
cuestión puramente burocrática. Que en Suecia no me habían hecho
problema para sacar del país los equipos, que eran propiedad del
Svenska Filminstitutet y que ridiculamente en Grecia me impedían
entrarlos.
Me
escuchó y ahí mismo ordenó a los funcionarios aduaneros que nos
dejasen entrar con los equipos.
Buenos
Aires, 1° de junio de 2019
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