Entre ayer y hoy vi dos muy buenas películas.
La primera es La Mula, de y con ese viejo republicano formidable que es Clint Eastwood. Podría haberse conformado con ser un galán, o un héroe "hardboiled" del cine norteamericano. Pero está dotado de un gran talento narrativo, de un gran conocimiento de su país y su gente y resultó ser un gran director de cine. En este caso, ha hecho una película donde el protagonista es un anciano yanqui, él mismo, un hombre de la costa oeste al que la familia le ha importado toda su vida un carajo y al que la edad y los cambios vividos por los EE.UU. lo convierten en un transportista de cocaína a lo largo de la extendida geografía del país. Es muy buena película, una especie de policial donde el protagonista es el "malo", la mula de 90 años cargada con 200 kilos de merca, a quien toda la parafernalia de la DEA busca con desesperación.
La otra película, que me encantó, es también un policial negro, oscuro, deprimente. Me refiero a la película danesa Expediente 64, la última de una trilogía llamada Los Casos del Departamento Q, dirigida por Christoffer Boer y basada en las novelas de Jussi Adler-Olsen, un autor para tener en cuenta.
Hay una nueva Europa y hasta una nueva Escandinavia, en la que la presencia de un nuevo componente humano, los millones de inmigrantes del Medio Oriente, genera una contradicción latente, dormida, interna y soterrada que estalla de una u otra manera. Un viejo tópico del cientificismo germánico conforma el elemento disparador: la pureza de la raza, las viejas teorías de la primera mitad del siglo XX y la influencia que ello tuvo en las políticas de estado durante ese mismo período.
El racismo, la manipulación reproductiva, las teorías del estado de bienestar sin idiotas, alcohólicos ni mujeres promiscuas es el contexto de una historia pervertida y oscura. Una fotografía expresionista, llena de claroscuros, sostiene y enriquece un guión y una actuación excelentes.
Interesante. Dónde puedo ver la danesa?
ResponderEliminar