martes, 31 de mayo de 2022

Décimas a una pérdida fatal

Ningún otro instrumento
más felicidad me ha dado
ni tampoco me ha dejado
su ausencia, mayor tormento.
Al pensar por un momento
su muerte definitiva
todo se hizo cuesta arriba,
se hizo un infierno la noche,
el ocio, mero derroche
y toda pasión, nociva.
Calmado, busqué suplirlo
con algo que haga su oficio,
pero tornóse un desquicio
la intención de excluirlo
y hubo, al fin, que admitirlo.
Con el pecho en alboroto
y el alma en terremoto
balbuceé, en voz muy baja,
envuelto ya en mortaja:
El sacacorchos se ha roto.
Buenos Aires, 30 de mayo de 2022



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