sábado, 1 de junio de 2019

Melina Mercouri permitió que Mirta conociese Atenas



El otro día entrevisté a ese querido amigo y maravilloso bailarín que es Carlos Copello. Me contó, entre las muchas cosas que me contó -porque Copello como ya lo he dicho en otro lugar es, además, un gran contador de historias- la importancia que en su vida había tenido la melodía Nunca en Domingo. La recordé de inmediato y le comenté que era una melodía griega, de una película que transcurría en Grecia.
Hoy, Carlos me acaba de enviar un link a youtube con esa pegadiza y nostálgica melodía. https://youtu.be/lhwBvJmtZVY Al mirar en el texto que acompaña la canción apareció el nombre de Melina Mercouri, protagonista de la película de Jules Dassin. Y eso me trajo otro recuerdo que tenía completamente olvidado. Aquí está lo que le conté a Carlos Copello.
Cuando viajamos a Grecia a filmar "Mirta, de Liniers a Estambul", en la aduana de Atenas no nos dejaban entrar los equipos. Era un viernes feriado en Grecia, nos proponían que esperásemos hasta el lunes y nuestro plan era filmar el sábado y el domingo e irnos el lunes.
En ese momento recordé que el gobierno de Andreas Papandreu había nombrado como ministra de Cultura a Melina Mercouri, a quien la dictadura de los coroneles le había quitado la ciudadanía, que había recuperado con la vuelta de la democracia.
Entonces, perdido por perdido, le digo al joven funcionario de la embajada argentina que había venido a recogernos al aeropuerto que había que llamar a Melina Mercouri. Que ella, que era una actriz, entendería nuestra situación y la imposibilidad de esperar hasta el lunes para resolver la situación de nuestros equipos.
A los cinco minutos, nuestro amigo de la embajada estaba hablando con un funcionario, quien me puso al habla con Melina Mercouri, le conté qué hacíamos, que éramos cineastas de la democracia argentina que estábamos haciendo una película sobre el exilio y que no teníamos ni tiempo ni dinero para esperar hasta el lunes la resolución de una cuestión puramente burocrática. Que en Suecia no me habían hecho problema para sacar del país los equipos, que eran propiedad del Svenska Filminstitutet y que ridiculamente en Grecia me impedían entrarlos.
Me escuchó y ahí mismo ordenó a los funcionarios aduaneros que nos dejasen entrar con los equipos.
Buenos Aires, 1° de junio de 2019


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