En los tiempos del Peludo
se llamaban Anchorena,
Santamarina, Iraola,
Pereda, Casares, Paz
Cárcano y Álzaga Unzué.
Esos viejos apellidos
de hispánica resonancia
hoy han sido reemplazados
por ítalos patronímicos:
Roggio, Ratazzi y Macri,
Mastellone y Calcaterra,
Bulgheroni y Di Tella
y el commendatore Rocca.
¿Qué fue de aquellos señores,
gente de fraude y levita,
viajes a Francia con vaca,
revista Sur y Tagore?
Hoy se impone una camada
de gente bruta y muy rica
que creen que Miami es Niza,
mientras sigue la negrada
sirviendo a los italianos
como ya sirvió a los dueños
de aquellas vacas preñadas.
19 de febrero de 2020
No hay comentarios:
Publicar un comentario