Publico aquí algunos textos a medio camino entre el intento de permanencia de la literatura y la realizada fugacidad del periodismo.
viernes, 10 de mayo de 2019
martes, 7 de mayo de 2019
Cien años
Seguramente hoy es
un día de discursos,
de carraspeos y
palabras solemnes,
recordando a una
muchachita, linda, criollita,
que pasó por la
vida burlándose angelicalmente
de los discursos, de
los carraspeos
y las palabras
solemnes.
Venía de lo
profundo y olvidado de la Patria,
de lo bastardo, lo
entenado,
una chancleta sin
padre,
la hija de la otra,
la de afuera, la de la segunda casa,
esa institución
romana que aún hoy conserva el continente.
Y se alzó a pura
fuerza y puteada,
a puro ser hembra,
decidida y hambrienta,
para convertirse en
la reina de millones de mujeres como ella.
Olvidadas en las
orillas de los pueblos y ciudades,
limpiadoras eternas
de baños ajenos,
cocineras
permanentes de cocinas deslumbrantes,
mientras en la casa
la económica a leña recalentaba los guisos,
esas mujeres siempre
de negro por muertos ya olvidados
encontraron en su
sonrisa
y en el rubio de
peluquería de su cabello
la esperanza, la
bandera, la existencia y el sentido.
Treinta y tres años
tenías cuando te moriste
y el llanto, el
temblor y la angustia
volvieron a empañar
a tus grasitas queridos,
lustrosos como estaban de saber qué ahora existían,
lustrosos como estaban de saber qué ahora existían,
que ya nunca, nunca,
nunca
volverían a la
oscuridad del altillo
donde se esconden
los hijos no deseados, los monstruos,
los vástagos de un
error o un desvío.
Cien años
cumplirías, Negrita.
Y no hubo un solo
día desde que te fuiste
en que un negro de
mierda,
una sirvienta sucia
de mugre ajena
una obrera
injuriada,
una desahauciada
no haya pronunciado
en el silencio de su
cerebro
“Si Evita
viviera...”,
no haya pensado en
vos,
no te haya recordado
iracunda y vibrante,
glamorosa y
sonriente con tu vestido de Dior,
hundida en el abrazo
tierno con el hombre
que junto con tu
pueblo te convirtió en Evita.
Negrita, cien años
y conquistaste el
corazón de un pueblo
y el corazón del
mundo.
Y a puteadas y
caricias
te convertiste en la
más grande mujer de la tierra de los argentinos.
7 de mayo de 2019